Desde tu partida de éste mundo terrenal. Te extraño mucho. Me haces una falta enorme. Me mal acostumbraste a depender de ti. Me enseñaste muchas cosas pero no a vivir sin ti.
Estoy saliendo adelante y me estoy acostumbrando a hacer muchas cosas en solitario que siempre hacíamos juntos. A veces me cuesta, supongo que es lo normal querer dejarlo todo y salir corriendo para luego comprender que así lo quiso el destino y que no queda de otra más que seguir adelante.
Me hacen muchísima falta tú y mamá pero me reconforta la idea que desde el más allá cuidan mi ir y venir, me aconsejan en silencio y se han convertido en mis ángeles guardianes.
La fortaleza que siempre tuviste se transforma en la fuerza interior que necesito cada día para seguir de pie. Físicamente ya no estás conmigo…
Ahhh pero la fuerza de tu espíritu me acompaña todos los días. Tú me das la valentía y mamá el dicernimiento para hacer las cosas que debo hacer. Me ayudan marcando el camino a seguir. Tal vez en algún momento me llegue a equivocar pero estoy seguro que con su ayuda corregiré el rumbo y llegaré de nuevo al camino correcto.
Gracias por haber compartido tu vida conmigo. Al Infinito y más allá….