Tengo un gran dolor en mi corazón, te has ido y no volverás. Fuiste a hacerle compañía a Mamá. A jugar con la Misha Loca y el Fofo.
Te adelantaste en el camino y todos los planes que teníamos se han quedado en el tintero. Me duele infinitamente perderte en el mundo terrenal, sólo me reconforta el hecho de saber que ahora te tengo de Ángel Guardián y me cuidas desde el cielo. Llegaste a mi vida en el momento justo. Me devolviste la alegría y las ganas de vivir.
Me hubiese gustado tener más tiempo a tu lado para hacerte aún más feliz. Algún día llegaré con ustedes.
Hasta pronto mi Princesa